viernes, 5 de noviembre de 2010

Fuentes del conocimiento científico

Autor: Doc. Aut. Dr. Roberto Isidro Keklikián
Facultad de Medicina - Universidad de Buenos Aires
Colaboración: Sra. Marisa Lozano

Nuestros conocimientos provienen de diversas fuentes:

Tanto en nuestra vida cotidiana como en nuestra actividad profesional intentamos constantemente comprender lo que sucede a nuestro alrededor. Inclusive, a partir de lo que vemos, tratamos de anticipar algunas contingencias del futuro.

En su comedia filosófica " La vida es sueño", de Pedro Calderon de la Barca, planteaba que " todo es del color del cristal con que se mira". Esto es evidente.

Distintas personas verán una misma situación de manera distinta según su experiencia, sus sentimientos, sus intereses, etc.

El cristal con el que miramos es fundamentalmente nuestra experiencia. Si nos esforzamos por ser estrictamente objetivos al analizar un determinado problema, podremos limitar la influencia de nuestros sentimientos, de nuestros intereses y de otros factores que generarían subjetividad. Pero será realmente difícil suprimir el efecto de nuestra experiencia: todo lo que percibamos se vinculará de inmediato con la información que nos brinde nuestros conocimientos.

Cuando nos presentan a una persona, consciente o inconscientemente comparamos su rostro con el de alguien conocido, y de esta forma por divergencia o por analogías, nos resultará más fácil recordar su fisonomía.

Hasta es posible que nuestra actitud hacia la misma varíe dependiendo de con quién la hayamos vinculado.

Cuando asistimos a un paciente debemos tomar decisiones con objetividad y utilizando primordialmente nuestros conocimiento científicos. Sin embargo, esto no siempre sucede porque otras fuentes del conocimiento influyen en nuestras acciones.

La tradición, la autoridad, la experiencia y el razonamiento inductivo (figura 4-1) son igualmente determinantes y coexisten en nuestra mente con los conocimientos científicos.

Figura 4-1. Fuentes del conocimiento humano




LA TRADICIÓN

En todas las sociedades organizadas, el común de la gente acepta algunas premisas como “verdades irrefutables” y estas verdades forman parte de la tradición de esos grupos humanos.

Píndaro, poeta griego que vivió en el Siglo V antes de Jesucristo, decía que “ las costumbres es la reina del mundo, tanto entre los dioses como entre los mortales”.

Las culturas aborígenes precolombinas transmitieron, de generación en generación, conocimientos que nadie cuestionaba independientemente del valor de los mismos.

La historia de la medicina también fue influida por la tradición. Si la consideramos dividida en tres edades: la edad de la fundación (desde los primeros tiempos hasta la muerte de Galeano en el año 200 de la Era Cristiana), la edad de la transición (desde la muerte de Galeno y hasta el renacimiento en el Siglo XV) y la edad de la renovación (desde el renacimiento y hasta nuestros días), veremos que la edad de la transición implicó muy escasos progresos: porque el legado científico de Galeno era considerado irrefutable.

En algunos servicios de obstetricia y neonatología es común que se apliquen en forma automática ciertas normas de diagnóstico o tratamiento que nadie ha revisado en años. En muchos casos, hasta los médicos más jóvenes son fieles seguidores de la tradición: los residentes suelen conocer cuáles son sus obligaciones y qué deben aprender según el año que se encuentren cursando, por transmisión verbal entre promoción y promoción.


LA AUTORIDAD

El crédito y la fe que se da a una cosa constituye su autoridad. Si se nos presenta un problema legal, lo primero que pensamos es en consultar a un abogado. El título que ostenta dicha persona nos permite confiar en que se trata de alguien idóneo para asesorarnos.

Autoridad y tradición se influyen mutuamente. En la edad de la transición de la historia de la medicina, que consideramos anteriormente, luego de la muerte de Galeano se destacaron cuatro médicos griegos: Oribasio, Aecio, Alejandro de Tralles y Pablo de Egina. Estos cuatros médicos son conocidos como “los compiladores” porque conservaron los conocimientos galénicos, exponiéndose en forma sencilla y abreviada para facilitar su aplicación. La autoridad de Galeno fue tan fuerte que persistió muchos años después de su muerte sin que nadie se animase a cuestionar el crédito y la fe que merecían sus postulados.

En nuestra época, algunos profesores y científicos también poseen una credibilidad importante en determinados grupos de profesionales. Es frecuente escuchar a alguien postular que algo es verdad “porque lo dice el profesorX”.

Si bien es altamente probable que lo que dice el profesor X sea verdad, la fundamentación de sus afirmaciones debería sustentarse siempre en el método científico (trabajos científicos, razonamientos lógicos, etc.), y no en la fe ciega depositada en alguien que, siendo humano, es falible.


EL TANTEO Y LA EXPERIENCIA

Tantear es examinar con cuidado una persona o cosa. Cuando el hombre descubrió el fuego tanteándolo supo que quema y gradualmente obtuvo experiencia para utilizarlo en su proyecto y evitar dañarse con él.

La figura 4-2 muestra los niveles taxonómicos del conocimiento. En ella podemos ver que el método de tanteo y experiencia se halla en un estrato superior que la tradición y la autoridad. Esto se debe a que el conocimiento obtenido (la experiencia) proviene de una observación propia (el tanteo). No existirían autoridades ni tradiciones si los seres humanos no fuesen capaces de aprender acerca del medio fundándose en este método.

Figura 4-2. Niveles taxonómicos del conocimiento humano



En la práctica perinatológica hemos visto casos con ciertas particularidades y una determinada evolución. Nuestra experiencia nos lleva anticipar un pronóstico cuando en nuevos casos aparecen las mismas particularidades. Sin embargo, en la figura mencionada vemos que la inducción-deducción y el método científico son formas superiores del conocimiento.

Cabe preguntarse si la observación de pocos casos permite realizar una generalización amplia. La subjetividad también interviene, ya que un mismo acontecimiento puede ser percibido de manera distinta por dos individuos. Por este motivo, nuestra experiencia cotidiana en el servicio puede ser una forma práctica de obtener conocimientos, pero tiene claras limitaciones y forma práctica de obtener conocimientos, pero tiene claras limitaciones y muchas fallas.


LA INDUCCIÓN Y LA DEDUCCIÓN

La inducción es un modo de razonar que consiste en sacar de los hechos particulares conclusiones generales. La deducción es el camino inverso, se aplican postulados generales a hechos particulares.

Caminando en un parque, si veo árboles y tienen hojas verdes, puedo deducir que todos los árboles tendrán hojas verdes (inducción). Por el camino inverso, si todos los árboles tiene hojas verdes, puedo predecir que el próximo árbol que veré en mi caminata también tendrá hojas verdes (deducción).

El método inductivo-deductivo es de gran utilidad en las ciencias experimentales. Pero utilizado por sí solo presenta grandes limitaciones. La calidad del conocimiento obtenido mediante razonamiento inductivo depende de la representatividad de los ejemplos específicos de los que se parta. Si observamos a los internados en una terapia neonatológica de alta complejidad podríamos inducir que la mayor parte de los reción nacidos de nuestra ciudad nacen gravemente enfermos; y todos sabemos que no es cierto.

El razonamiento deductivo no es fuente de nuevos datos. Por lo general es utilizado para aportar explicaciones en determinados fenómenos o en teorías


EL MÉTODO CIENTÍFICO

Es el conjunto de medios, procedimientos y técnicas de los que se vale la ciencia para el estudio de su esfera de objetos.

Es el método más avanzado de adquirir conocimientos que haya logrado el hombre hasta el presente. Noe es excluyente, sino que utiliza aportes de las demás formas del conocimiento, fundamentalmente del método inductivo-deductivo, como sustrato para obtener información y evaluarla según su propia sistemática.

Se caracteriza por aplicar parámetros que las otras formas del conocimiento no consideran. Acepta las limitaciones que tiene el ser humano para valorar hechos debido a su subjetividad, y para disminuir su efecto utiliza las contrastaciones y el cotejo de fenómenos.

El método científico tiene por principales características ser sistemático, objetivo, generalizador y organizador de teorías (cuadro 4-1).

Es sistemático porque la investigación siempre se ordena y se controla de acuerdo con un sistema. Existe una sucesión lógica de pasos. Se identifica el problema, se plantean hipótesis que podrían resolverlo o explicarlo, se reúne información y se realizan mediciones según pautas previamente definidas, se analizan los datos y se obtienen conclusiones.

Es objetivo porque obtiene la información de la realidad objetiva. Sus resultados no siempre coinciden con las opiniones del investigador, ya que éstas son determinadas por sus creencias, sus prejuicios, sus emociones, su experiencia personal, etc. Utiliza la contrastación de fenómenos observados por una misma persona o medidos con un mismo instrumento.

Tomemos un ejemplo: si pesamos dos objetos con la misma balanza, si ésta se halla descalibrada np podremos determinar el peso exacto de cada de ellos, pero será evidente cuál es el más pesado. Si el peso de cada uno de los objetos hubiese sido medido con distintas balanzas, no podríamos saber cuál es el más pesado si por lo menos una de las balanzas estuviese descalibrada.

Es generalizador porque, si bien partimos del estudio de casos particulares e intentamos resolver el problema que nos presentan los mismos, siempre intentamos generalizar las conclusiones. Por ejemplo, estudiando aun grupo de pacientes con preclampsia moderada pretendemos obtener conclusiones que beneficien a todas las pacientes que presenten igual patología.

Es organizador en teorías porque intenta aplicar las generalizaciones obtenidas postulando teorías. Una teoría es un conjunto de conocimientos que dan la explicación completa de un cierto orden de hechos. Las teorías tienen por objeto resumir losa conocimientos existentes, explicar los fenómenos observados, predecir resultados y dar base a nuevas investigaciones. Si arribamos a una generalización y la organizamos en forma de teoría, podremos aplicarla nuevamente a los casos particulares. Por ejemplo, del estudio de un grupo de neonatos con un grado determinado de distress respiratorio, si se determina que sus resultados pueden ser generalizados, podrían sustentar una teoría que explicase cuál es la conducta perinatología más adecuada, cuáles son los factores pronósticos, etc., para todos los casos relacionados con esta patología.

Cuadro 4-1 . Características del método científico

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